En el corazón de la Ribera del Duero, cercana a la ciudad de Aranda, se erige la finca Torremilanos, propiedad de Bodegas Peñalba López.
Su tradición vitivinícola se remonta a 1903, pero fue en 1975 cuando la familia Peñalba López adquirió la finca, y a partir de ese momento aumentaron la plantación de uva tempranillo -sin duda la mejor variedad de esta comarca- hasta alcanzar las 200 hectáreas que jalonan los montes aledaños a sus propiedades.
El envejecimiento y la calidad de sus vinos están asegurados gracias a las condiciones específicas de su bodega, inmersa en un deslumbrante conjunto arquitectónico.
Pero la mejor de las uvas posibles y el mejor de los reposos deben ir acompañados de un clima que los potencie: fríos y calores extremos, los de la Ribera del Duero, que curten a sus caldos y los hacen grandes para medirse con los mejores del mundo. Y Torremilanos se encuentra en pleno corazón de esta Ribera.