En 1863 se registró por primera vez el viñedo familiar de El Pago de Saltamontes, 2,27 hectáreas supervivientes a la filoxera que hoy permiten elaborar este elegante vino, único e histórico. Cepas de más de 150 años, para hacer un vino cremoso y de acidez moderada, criado durante 4 meses sobre sus finas lías.