Los racimos del Pago Los Sasos, situados a orillas del río Vero, estuvieron en el punto óptimo de madurez para poder elaborar este vino monovarietal a mediados de octubre. La vendimia fue realizada de forma manual a primera hora de la mañana. Tan pronto como llegaron los racimos a bodega fueron despalillados, y las uvas se refrigeraron hasta 8ºC en la cuba de maceración. Después de dos días, comenzó la fermentación y se permitió que la temperatura remontase hasta 24ºC. Posteriormente, se procedió al descube y se separó el vino flor, que tras tres trasiegos, se limpió por simple decantación natural y se introdujo en barricas de roble francés en las que permaneció los siguientes 10 meses. A su salida, el vino fue embotellado y conservado en la nave de crianzas de la bodega.