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• CLAUSURADO EL V CONGRESO NACIONAL DE ENOTURISMO
  
  Con la asistencia de los principales expertos del sector, el V Congreso Nacional de Enoturismo, organizado por la Escuela Internacional de negocios Aliter, ha vuelto a reunir en Madrid a los representantes de una actividad que crece con fuerza.
  Los retos a los que debe hacer frente el Enoturismo español no por grandes dejan de ser
  motivadores para un sector, el vinícola, que mira a esta actividad con la decisión de que debe formar parte de una estrategia comercial planificada y nunca, como una práctica realizada sin convicción y a la que se accede más por moda que por convencimiento.
  Según los expertos, la singularidad del enoturismo excede al propio negocio del vino. En este sentido, la prestigiosa enóloga, Isabel Mijares, afirmó que si se quiere lograr un enoturismo español de éxito, las bodegas deben prestar verdadera atención a los profesionales del mundo del turismo y a los de la comunicación.
  Por lo que se refiere al turismo, su opinión fue corroborada por todos los ponentes así como por Carmelo Hernández, presidente de la Asociación de Mayoristas Viajes Españoles (AMAVE), que recalcó la necesidad de unir el mundo del turismo y el mundo del vino para poner en marcha un enoturismo armónico. Por otro lado, la comunicación tanto interna como externa de la actividad es de crucial importancia. Se debe saber
  transmitir – “siete días a la semana y en diversos idiomas”-, la pasión por un producto que tiene alma, haciendo “vivir una emoción a todos los que nos visitan”. Y ahí es donde está la sutileza, el enoturista se amamanta al considerarse partícipe de una emoción etérea y lejana del conocimiento exhaustivo de la composición de la tierra que le ata a este mundo.
  Pese a todo, el fenómeno del enoturismo es muy reciente en España. Como se constató en el Congreso, se han realizado algunos esfuerzos colectivos liderados por regiones vinícolas y sobre todo, por un sinfín de iniciativas privadas, descoordinadas e individuales.
  Es por ello que, Rafael del Rey, director general de la Federación Española del Vino (FEV), reconoció que entre el impulso público y el privado echa en falta “un liderazgo privado colectivo” que, apoyado en los canales propios del sector turístico, marque la pauta de hacia donde deben ir encaminadas las ayudas de la Administración.
  El Congreso confirmó que frente a la caída del consumo del vino, crece el interés de un amplio sector de población que busca una identificación cultural con el entorno vitivinícola. El ejemplo a seguir es California. En este sentido, la ponente norteamericana DEPARTAMENTO DE COMUNICACIÓN
  Mary O´Connor, directora de Planeta Vino, confirmó que Napa Valley es el segundo destino turístico del estado -sólo por detrás de Disneyland-, ya que recibe ocho millones de turistas que dejan unos ingresos que superan los 300 millones de dólares, siendo significativo que el 41% de las ventas totales de vino se producen en la misma bodega.
  O’Connor confirmó el gran potencial que el enoturismo tiene en España por su cultura,
  tradición e historia, siempre que sepamos crear, junto a los canales de comercialización del turismo, “una nueva experiencia”.
  
  Lo que sí ha quedado claro en este Congreso es que el enoturismo debe ser un mecanismo para aumentar las ventas ya que, frente a los escasos segundos que un consumidor medio dedica a una marca en los estantes de un lineal, su visita a una bodega facilita que se le puedan transmitir los valores y emociones del principal intangible de una empresa, su marca. Es por ello que el sector debe ser consciente del valor de esta actividad y
  prepararse para que cada visita sea una experiencia única que potencie su reputación. La
  prescripción de una marca por cualquier enoturista siempre será el mejor aval a la par que
  una incuantificable campaña de promoción.
  Por último, el Congreso también puso sobre la mesa la aprobación de la nueva OCM del vino, que aún estando pendiente de reglamentación, habilitará a las bodegas españolas el acceso a la financiación de posibles actividades promocionales, por lo que se urgió a empezar a preparar planes y proyectos.
  
  En definitiva, el V Congreso Nacional de Enoturismo supuso la constatación de una actividad que permite al sector transmitir el alma del vino y la emoción de su conocimiento.